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  • Foto del escritorFiorella Levin

Refrescar la perspectiva

Sucede ocasionalmente, cuando me ataca alguna gripe o cambio de temperatura brusco, y hoy fue uno de esos días. Venía cansada, muchas salidas nocturnas (no estoy acostumbrada), otro tanto de entrenamiento, así que decidí cancelar mi turno matinal de gimnasio y me dejé fluir. Leí una buena hora completa, luego agarré un pequeño block de garabatos para pintar que compré hace un tiempo y me entregué al galumphing del momento, ahí donde no planifico porque a pesar de que es sábado, tengo una idea al menos genérica de lo que quiero hacer durante los fines de semana también.

Recordé que hace unos años conocí una chica de mi edad que jugaba juegos de mesa con su novio. Cuando lo comentó de forma natural, a mí me pareció una idea radical que quedó resonando en mi cabeza, tal vez porque siempre asocié ese tipo de juegos a las juntadas con amigos o familia en las cuales, llegada la sobremesa, alguien preguntaba quién está para un partido de truco, burako o de ferro(carril). Pensé en otras formas de juego en la adultez, quizás compartir algún deporte, pero pocas veces pensé en jugar a este tipo de juegos con una pareja.


"¿Cómo refrescar tu perspectiva y mirar las cosas bajo una nueva luz? poné algo o a alguien en un lugar inusual" es la sugerencia de Rod Junkins. Eso es lo que hice con los colores de mis doodles. Al principio, pintaba los dibujitos de acuerdo a los colores lógicos de los objetos (por ejemplo, los tallos de las flores iban de verde, los barcos grises, etc). Después empecé a jugar, y pinté con colores insólitos haciendo a un lado cualquier tipo de criterios, mezclé colores absurdos para estos mismos objetos, por ejemplo, cualquiera de los elementos que se ven en el dibujo (un auto multicolor, animales, flores, comida de varios colores en simultáneo).


"Mirar un sujeto en un sitio inesperado tira por la borda los preconceptos y estereotipos que tenés acerca de este. Colocando elementos cotidianos donde no los esperamos, revelamos un potencial extraordinario", explica Judkins en el libro The art of creative thinking. Allí también cuenta que "Bill Gates solía tener una política en Microsoft, tomaba a un empleado y lo ubicaba en un departamento completamente distinto por un tiempo para que las ideas de un área fueran transferidas a la otra. Lo hacía solamente para ver qué sucedía. A veces no pasaba nada, pero ocasionalmente producía resultados sorprendentes".


Pienso que por ese mismo motivo disfruto haciendo collages, por un lado tiene un efecto sedante, similar al de la meditación, cuando la mente desconecta de las preocupaciones y se entrega al acto creativo. Y además, los collages plantean escenarios ridículos e impensados que surgen de combinar imágenes que no tienen sentido (un esmalte de uñas volando en medio de una selva, por ejemplo) y sin buscarlo, a veces se me ocurren ideas por el simple hecho de mezclar lo insólito.


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