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  • Foto del escritorFiorella Levin

Pragmatismo

En mi último newsletter hablé de este concepto a raíz de una mermelada con stevia que compré y que venía en envase doypack, nunca visto, al menos yo nunca lo ví, hasta ahora. Celebro las iniciativas pragmáticas y novedosas y la cuarentena tampoco quedó exenta; ya trascendió que muchos restaurantes replicaron las compras a futuro, ese concepto que también funcionó en otras partes del mundo y cuando vieron que funcionaba, se sumaron servicios de otro tipo como peluquerías, casas de decoración, librerías, etc.

Y en seguida pienso en lo que se esconde detrás de la necesidad, de la urgencia y es ahí cuando de pronto surgen ideas. Cuando hay presión, aparecen los recursos. Me recuerda a mis primeros pasos emprendiendo, ofrecía departamentos temporarios en alquiler y no sabía cómo llegar a los propietarios para sumar unidades a mi oferta de alquileres. Hablé con los encargados de los edificios, publiqué avisos en clasificados online y un día se me ocurrió hacer a la inversa, entré en los portales más conocidos que listan inmuebles y empecé a contactar a los propietarios uno a uno. Bingo! Luego, la rueda giró sola.


También me recordó al libro "La estrategia del océano azul" de Renée Mauborgne y W. Chan Kim, cuyo planteamiento base es interesante (este video lo sintetiza muy bien en menos de 5 minutos) pero lo recordé justamente por la idea opuesta y es que pienso que muchas veces surgen creaciones sin método, simplemente por necesidad o porque alguien tuvo una idea y la implementó y... funcionó. Seguir procedimientos o pasos que a otros les sirvieron es válido y también hay veces en que el mejor método es tan elemental como seguir nuestra propia intuición. Creo que no hay fórmulas o recetas que apliquen a todo, sólo nuestro personal prueba y error.



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