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  • Foto del escritorFiorella Levin

Holoceno

Hasta donde llegaba mi conocimiento, este nombre era solamente el título de una canción que me encanta y que pensé que era una palabra inventada. Lo que los científicos denominaron Holoceno refiere a un período de aproximadamente 11.000-12.000 años y que se trata de una de las etapas más estables en la historia de nuestro planeta (como ejemplo, la temperatura no subió ni bajó más de 1° C) y donde el medio ambiente y la naturaleza jugaron un rol clave para que así sucediera. El Holoceno "fue nuestro Jardín del Eden" cuenta David Attenborough, un naturalista y divulgador científico británico que, con sus 94 años (Sr. David: lo amo), cuenta su experiencia y visión de la naturaleza y nuestro rol en ella, en el documental "Una vida en nuestro planeta". Con el Holoceno surgieron las estaciones y con la previsibilidad de estas, el hombre inventó la agricultura. Lo que siguió a continuación fue el nacimiento de todas las civilizaciones que conocemos, el progreso y desarrollo de la humanidad hasta lo que somos hoy en día.


Más allá de lo que cuenta en el documental (todo es interesante), lo que más me gustó es que, además de exponer algunas de las muchas problemáticas ambientales que urgen resolver actualmente, ofrece soluciones, que en palabras del mismo Attenborough, son simples. "El truco", dice Attenborough "es elevar el nivel de vida en todo el mundo, sin incrementar nuestro impacto en él". Me gustó lo bien explicados que están los patrones de la naturaleza, que no dejan de maravillarme: un cambio en el océano desencadenará una serie de otros cambios que afectarán a todos los animales y plantas que viven dentro de él, así como en la temperatura, luego en el clima, etc.


Me invadió una mezcla de sensaciones cuando terminé de verlo y reflexioné sobre una de las frases del final, que me parece que alberga una sabiduría enorme, dice "Simplemente debemos hacer lo que la naturaleza ha hecho siempre, ella resolvió el secreto de la vida hace mucho tiempo. Y es que en este mundo una especie solo puede prosperar cuando todo lo que la rodea prospera también." Entendiendo esto, podemos resolver todos los problemas que enfrentamos. La naturaleza muestra que si cooperamos con ella, ella también lo hace con nosotros.


Así como la naturaleza muestra su condición sistémica- lo que significa que si tocamos una variable, afectamos otras porque funciona como un todo- lo mismo ocurre con nosotros. Si modificamos de algún modo nuestra forma de vivir, cambiando nuestros hábitos aunque solo sea en un aspecto- utilizar los recursos como el agua, la electricidad, el gas o la nafta con conciencia; aumentar la cantidad de alimentos de origen vegetal y reducir los de origen animal, reciclar nuestros residuos, comprar sin plástico, compostar o hacer una huerta en casa, solo por nombrar algunos, vamos a afectar nuestro entorno generando un beneficio colectivo, además de convertirnos en agentes de cambio para otras personas. Es cuando vemos las acciones de otros que aprendemos y las imitamos.


Me quedé con un destello de optimismo porque, a pesar de mis muchos pensamientos pesimistas, también me considero una optimista en el sentido que creo en la humanidad y en que si causamos todo el daño que causamos, también lo podemos reparar y eso sucede cuando nos cuestionamos el modo en que estamos viviendo nuestras vidas, tanto de forma individual como colectiva. Como dice Attenborough, es tiempo de dejar de pensarnos como centro en el mundo, y comenzar a hacerlo como un todo, para estar en equilibrio con la naturaleza. Pero también pienso que es tiempo de empezar a cooperar con los otros para que prosperen porque, tal como ocurre en la naturaleza, es un beneficio que termina por expandirse mucho más allá de una acción en concreto.




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