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  • Foto del escritorFiorella Levin

Elegir o elegir

Una vez más, se cuelan en mis lecturas las distinciones entre las palabras, especialmente cómo la selección y el uso de cada una de ellas puede cambiar por completo no solo el significado de lo que queremos decir sino las acciones que tomamos como resultado de nuestra preferencia.


Eric Barker, autor de Barking up the wrong tree, dedica un capítulo a algunas cuestiones que podemos aprender sobre tejer redes (networking) y menciona a Adam Rifkin, escritor, autor, director y productor de cine estadounidense, quien es reconocido como un gran networker o tejedor de redes. Tanto que, cuenta en el libro, en 2011 la revista Fortune lo nombró el mejor networker de Silicon Valley. En palabras de Barker, Rifkin es un tímido introvertido y también el tipo más amable que podés conocer, de hecho su apodo es "Panda". "¿Cuál es el secreto de Panda para hacer networking? Sé un amigo", remata Barker. La forma en que Rifkin lo hace es a través de pequeños y casi insignificantes gestos o favores que realiza para otros, como compartir conocimiento o presentar personas vía mail y lo hace sin esperar algo a cambio, de forma genuina. "Es bueno hacer amigos pero cuando se trata de amigos y negocios, usamos la palabra networking y nos hace sentir asquerosos. Si te concentrás en hacer amigos, el problema desaparece, todo se trata de la perspectiva con la que lo abordás", explica Barker.


Un evento muy divertido de "Networking"


Del mismo modo, más adelante en el libro aparece otra distinción respecto a dos palabras que en español se traducen de la misma forma, el verbo "to choose" y "to pick" que en español significan elegir. Sin embargo, aunque su uso en inglés se puede aplicar de modo indistinto, hay una diferencia sutil pero radical. "To pick" implica que en el acto de elegir, siempre existen categorías, por lo tanto elegimos entre una cosa y la otra, mientras que en to choose el uso es más amplio, podemos elegir sin estar limitados a esto o aquello. En relación a qué hace que una vida sea exitosa, el psicólogo Barry Schwartz argumenta que tenemos que pasar de ser pickers a ser choosers, un picker selecciona una de entre varias opciones disponibles, lo que lleva a falsas dicotomías creadas por las opciones que vemos delante nuestro. Pero un chooser es lo suficientemente reflexivo para darse cuenta que tal vez ninguna de las alternativas son satisfactorias y que si él o ella quiere la opción correcta, posiblemente tenga que crearla.


Las palabras, pueden parecer simples formas de describir algo pero observando con mayor detenimiento, permiten mostrar nuestra posición frente a la vida; cómo miramos el mundo, cómo nos comunicamos y también como accionamos en él. Por eso, para elegirlas con sabiduría, creo que es importante estar atentos a lo que pensamos y decimos y si una palabra que estamos por decir nos hace ruido, podemos detenernos y reflexionar si es realmente representativo de aquello que queremos transmitir.


Lo mismo sucede cuando escuchamos a otros hablar, el mejor puente para comprender al otro cuando nos está hablando y saber si ambos estamos hablando de lo mismo es preguntar y de ese modo abrimos la conversación sin dar por sentado que lo que él o ella dijo es lo que nosotros creemos, porque ahí nacen los malos entendidos. Volver a decir en nuestras propias palabras lo que el otro acaba de expresar es también una excelente manera de achicar esa brecha entre la mente del otro y la propia. Todo sea por una buena comunicación y una mayor coherencia con nosotros y con los otros.




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