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  • Foto del escritorFiorella Levin

Timing

Era el año 1996, en esa cena contundente devoré siete milanesas de carne que prácticamente no me permitieron dormir por la noche. Luego de aquél empacho, tras un período de hartazgo de comer tanta carne e influenciada por la reciente visita de mi hermano australiano, quien atravesaba una etapa de vegetarianismo, decidí que no iba a comer más carne. Tenía 14 años y viviendo en un país carnívoro por excelencia, mi resolución parecía fuera de lugar. Recuerdo los planteos de casi todas las personas que me rodeaban, incluyendo médicos tan ignorantes como yo, sobre cómo iba a suplir las proteínas y todos los supuestos beneficios de comer animales. El mundo de hoy, con restaurantes, dietéticas y una amplia disponibilidad de productos vegetarianos, hubiera sido mi Disney en ese entonces, aunque afortunadamente pude sostenerlo con el costo de alguna que otra anemia y demás desórdenes hormonales, producto de la edad. Solo fue un timing inadecuado o algo que sucedió antes de que el contexto estuviera listo para ayudarme a sostener mi decisión.


Cuántas veces sucede lo mismo con una idea. En mayo de 1994 China estableció la primer conexión a Internet. Jack Ma vio el potencial que tenía la incipiente fuerza de Internet tras su paso por Estados Unidos un año después, donde decidió registrar el dominio chinapages.com con la ayuda de un colaborador norteamericano y con el fin de crear un directorio de empresas chinas que pudieran exportar sus productos hacia Estados Unidos. Pero demostrar lo que era capaz de proveer Chinapages a sus clientes chinos no era sencillo por una razón elemental: en Hangzhou (una provincia de China), en ese momento, era imposible conectarse a Internet. "A Jack se le ocurrió probar otro acercamiento" explica Duncan Clark en el libro que cuenta la historia de Alibaba. "Hizo correr la voz entre sus conocidos, les solicitaba material de marketing para publicar sus empresas y productos. Luego, él y sus colaboradores traducían la información y la enviaban por correo postal a Seattle, donde estaba registrada la página chinapages.com. Allá, su colaborador norteamericano diseñaba la página web, la subía online, hacía un screenshot de la página publicada, lo imprimía y lo enviaba por correo de vuelta a Hangzhou. Jack llevaba esto a sus clientes para mostrales que, aunque no pudieran ver sus webs online, ya estaban en línea. Pero sin acceso a Internet en Hangzhou, era todo un desafío tan solo explicarles a sus clientes lo que "estar online" significaba." concluye. Y el mismo Ma remata "fui tratado como un estafador durante 3 años. Fue recién a fines de 1995 que la empresa telefónica empezó a proveer de Internet a Hangzhou que cerró el año con solamente 204 usuarios de Internet en toda la provincia".

Chinapages.com era el segundo emprendimiento de Jack Ma, el cual llegó a su fin para fines de 1997 y recién en el año 1999 nació Alibaba, su tercer empresa y con la que finalmente logró cosechar tantos éxitos, cuando las condiciones del entorno ya estaban dadas.


La moraleja para mi es que aunque el contexto no esté listo o no nos acompañe con su ideología, vale la pena seguir intentando, ya sea siendo fieles a nuestras convicciones y creencias e incluso apostando por nuestras ideas porque en el largo plazo, eso se convierte en experiencia y, por ende, en aprendizaje que, en algún otro momento, también nos dará una recompensa.




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