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  • Foto del escritorFiorella Levin

"Pay Nissho first"

La historia de cómo la compañía Nike logró financiamiento parece inverosímil, absurda, improbable e increíble. Todo junto. Cuando leí la biografía del creador y fundador de la empresa, Phil Knight, llegada esa parte del relato sonreí de principio a fin aunque, claro, si me hubiera pasado a mí, creo que me daba un infarto. Para los curiosos que deseen conocer el detalle in extenso, esta nota es un extracto literal del libro que cuenta cómo fueron los acontecimientos al respecto.


Spoiler alert, larga historia hecha corta, el punto es que a Blue Ribbon (el nombre de la firma antes de ser Nike) le iba cada vez mejor; los pedidos de zapatillas se duplicaban año tras año y la empresa crecía a un ritmo vertiginoso, el problema es que no conseguían cubrir el financiamiento a tiempo y eso para el banco comenzó a ser una alerta roja. La alerta se repitió tantas veces que, por varios motivos, el banco comenzó a sospechar de fraude y lo llevaron a un extremo tal que pidieron, precipitadamente, la intervención del FBI. El cuento tuvo final feliz porque salió al rescate Nissho, una empresa japonesa que también otorgaba financiamiento a Blue Ribbon. Luego de auditar minuciosamente los números de la compañía y comprobar que no existía fraude sino problemas de cashflow, el representante de Nissho, llamado Ito, se reunió con el gerente del banco y con Phil Knight y Hayes (su contador de mayor confianza en Nike), pagó la numerosa deuda de la compañía y también aprovechó la ocasión para contarle al banco que aquella negociación que estaba vigente en San Francisco para que el banco comenzara a operar allí junto con Nissho, no iba a prosperar. Básicamente y en criollo, los mandó a freír churros. Desde aquél momento y en adelante, pagarle a Nissho primero se convirtió en el mantra personal de Phil Knight.


"Cuando estábamos fuera del banco, me incliné ante Ito. Quería besarlo, pero solo me incliné. Hayes también se inclinó, aunque por un momento pensé que estaba lanzado hacia adelante por el estrés de los últimos tres días. "Gracias", le dije a Ito "Nunca lamentarás habernos defendido así". Se enderezó la corbata. "Tal estupidez", dijo.

Al principio pensé que estaba hablando de mí. Entonces me di cuenta de que se refería al banco. "No me gusta la estupidez", dijo. "La gente presta demasiada atención a los números."


Esta historia me conmovió tanto al punto que cada vez que vuelvo a abrir este libro en busca de alguna referencia, apenas lo agarro digo en voz alta "pay Nissho first" porque más allá del aspecto desopilante del relato, habla de valores, habla de compromiso y habla de confianza. Y aunque no tenga una empresa propia ni un acreedor a quien le deba dinero, la frase sintetiza el impacto y el poder de las palabras con todo el simbolismo que cargan detrás: la importancia de mantener la palabra y de cumplir con lo que nos comprometemos a hacer. Nissho confió en Nike y Nike se comprometió a que Nissho recibiera su pago antes que nadie. Y yo me deslumbro viendo la magia que tiene una sola frase para evocar todo esto.



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