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  • Foto del escritorFiorella Levin

Libros que me ayudaron a encontrar

Tal como contaba en la primer entrada de este blog, el final del emprendimiento que finalizó en Agosto de 2017, marcó el inicio de un proceso de casi dos años en el cual, básicamente, me la pasé buscando cómo seguir. El 25 de diciembre cumplí años y pasadas las 00hs del 24 en plena Navidad y en el comienzo del día de mi nacimiento, mi teléfono murió, es decir, no pude recibir llamados ni mensajes y quedé desconectada del mundo. Lejos de molestarme, lo interpreté como un llamado -valga la ironía- a conectar conmigo.


Haciendo honor a mis eternas búsquedas, todos los fines de año o primeros días del que comienza, hago un listado con los objetivos para el año que empieza y para cada área de mi vida, incluyendo la cantidad de libros que quiero leer (sí, hago eso). Intuí que el 2018 iba a ser un año para observar y reflexionar aunque no me imaginé que la búsqueda se extendería tanto como hasta Mayo de 2019 (o algo así porque bueno, los procesos no son tan precisos).


Hoy, mirando en retrospectiva, me resultó llamativo ver los libros que elegí leer durante ese período de un año y nueve meses y encontré que dichas elecciones tuvieron distintos tipos de relación o influencia en el proceso. En general, leo dos libros en simultáneo, alguna novela combinada con otro tipo de temáticas: biografías, liderazgo, superación, auto ayuda, etc. El hecho es que realizo la selección con criterios aleatorios; alguien que recomienda por redes sociales alguno que me llama la atención, otro que voy guardando en mi biblioteca para leer "más adelante" (y que siempre termino leyendo), obras que sugiere el autor de algún libro que estoy leyendo en ese momento, etc. En síntesis, lo voy descubriendo sobre la marcha (me gusta buscar, por si aun no quedó claro).


El último día del 2017 empecé a leer "Titanes" de Tim Ferris (de ahí saqué varios que leí después). Creo que este ejemplar marcó un excelente punto de partida ya que en él se incluyen pequeñas entrevistas a una amplia gama de personalidades de todo tipo de contextos: empresarios, artistas, escritores, directores de cine, entrenadores deportivos, actores, actrices, emprendedores, médicos, investigadores (somos muchos, !) y la lista sigue. No me alcanzaron los post it para sacar ideas e investigar luego. Este libro me permitió abrir mi cabeza a nuevas disciplinas que me ayudaron en mi búsqueda (Austin Kleon siendo el más influyente).


Dejando las (únicas tres) novelas de lado, pienso que de lo que leí ese año, hubo un silencioso ejercicio que se retroalimentó a sí mismo: por un lado, devoré una serie de obras que dispararon mi creatividad y me acercaron a diversas fuentes de recursos que estimularon mi imaginación: "Bird by bird" de Anne Lamott me aportó sobre la escritura; "59 seconds" de Richard Wiseman sumó experimentos con sus conclusiones y ejercicios para hacer en 59 segundos, similar a las historias, tips creativos y actividades de Rod Junkins en "The art of creative thinking" y Austin Kleon con su majestuoso pequeño gran libro sobre cómo mostrar nuestro trabajo en "Show your work".


En el otro extremo del ciclo, consumí varias biografías de reconocidas personalidades que tuvieron que atravesar una serie de dificultades para lograr lo que hicieron luego: Andre Agassi en "Open"; "Creativity Inc" de Ed Catmull (Pixar); "George Lucas, una vida" por Brian Jay Jones; "Shoe dog" de Phil Knight (Nike). Además de las biografías, también incorporé ejemplares de temáticas de negocios como "Unshakable" de Tony Robbins; "El estilo Virgin" de Richard Branson; "Cómo ganar amigos e influir en las personas" por Dale Carnegie y "Secretos de la mente millonaria" de T.Harv Ecker.


Estos libros me dieron esperanza en mi búsqueda, me sostuvieron muchísimo en momentos donde desbordé de preguntas sin respuestas, me ayudaron a ser más paciente a medida que conocía los obstáculos con los que se toparon sus protagonistas y el vaivén de emociones que los acompañó, confiando que, al igual que ellos, yo también iba a encontrar mi camino para avanzar. Creatividad-soporte-creatividad-soporte, un grandioso Scalextric.


A lo largo del año y entre estas obras, mezclé otras con un marco más "espiritual", en el sentido profundo del término. Son aquellos que me recordaron principios elementales acerca del funcionamiento y las leyes que gobiernan el universo o los enigmas sobre la energía, tales como "El Kybalion" por los Tres Iniciados; "Como un hombre piensa así es su vida" de James Allen; "La iniciación" de Rudolf Steiner; "El sistema de la llave maestra" de Charles Haanel y "Conoce el poder de tu campo cuántico" por Brenda Anderson.


Hacia fines de aquél año, dejé la creatividad de lado e incursioné en el fascinante mundo de las neurociencias ya que también en ese momento me inscribí en un curso de dicha temática y me encontraba trabajando en procesos de liderazgo individuales, por lo que quería aportar una mirada científica sobre el comportamiento humano y de ese modo complementar el abordaje emocional en el cual me focalizaba. Terminé el 2018 habiendo sumado la mirada de "La conciencia en el cerebro" por Stanislas Dehaene; "Todo sobre el cerebro" de Sergio Lotauro; "Tu supercerebro" de Kaja Nordengen y "Emoción y sentimientos" por Daniel Perez Rosetti.


En esta foto inmortalicé el conjunto de lecturas del año

Las del 2019 comenzaron como la continuación de la temática de neurociencias que inicié el año anterior y que finalmente derivó en una búsqueda algo más mística con "La magia del poder psicotrónico" por Robert Stone y "Sobrenatural" de Joe Dispenza. Lo interesante es el contexto: para ese momento recuerdo que ya había empezado a generar varias ideas pero sentía que todos los caminos se cerraban apenas comenzaba a andar. También apoyé esos inicios con ayuda alternativa a la tradicional, como hacer terapia o hablar con amigos (ninguno sobrevivió a mis sofocantes interrogatorios ininterrumpidos titulados "¿cómo se avanza cuando ya probaste de todo?") y para Marzo viví la experiencia más intensa de mi vida cuando participé de una ceremonia de Ayahuasca. Estoy convencida que entre todas las cosas que probé, esa experiencia terminó de empujar con gran impulso lo que decantó dos meses más tarde.


Luego, la ecuación entre biografías y novelas fue a la inversa que en 2018, ya que concluí una sola de las primeras ("Einstein, su vida y su universo" por Walter Isaacson) y terminé once novelas, concluyo ahora, para relajar mi mente. Lo notable acerca de las novelas es que hacia principios del año leí "La conspiración de los alquimistas", hermosa obra desarrollada por Hania Czajkowski, que relata el viaje de la protagonista hacia la transmutación alquímica de su vida. Este libro es el primero de la saga que termina con el que le sigue, "La victoria de la Conspiración", el cual finalicé en Octubre. Lo llamativo es que en el medio de esas dos lecturas (es decir, entre Marzo y Octubre), ocurrió mi hallazgo; mi propia transmutación y final victoria.


Las lecturas del 2019 terminan con tres viajes -de los cuales sólo uno es literal- que también simbolizaron el mío, la sensación de triunfo, de haber encontrado, el relajo después de un esfuerzo grande y sobre todo largo, porque todo lo incómodo que se alarga tanto en el tiempo como esa búsqueda, es lo que más me cansó.

El primer libro fue, para mi, un viaje en el tiempo que escribió Diego Scott:"Puto lindo" y que recuerda a Fernando Peña, a quien seguí en la radio y en el teatro durante muchos años en los que aprendí a cuestionarme diversos mandatos y a abrirme a pensar distinto. Leer sobre Peña a través de Scott fue tener dibujada una sonrisa gigante durante todas las páginas en las que se extendió su relato. Luego, el segundo viaje relata uno literal: "Camino al este", una travesía real de su autor Javier Sinay y que transportó a mi imaginación en un recorrido por países que no conozco como Rusia o Japón y ciudades que ni escuché nombrar como Grodno, Omsk y Ulaanbaatar. Y por último, el último viaje metafórico, vino de la mano de Carina Durn con "Volver a empezar", el cual detalla varias historias y experiencias de la vida que giran alrededor de la temática del título y que, de manera sincrónica, también marcó mi momento de volver a empezar, fin de año, fin de búsqueda, volver a empezar.


Tal como mencionan en gran cantidad de prácticas espirituales, las respuestas siempre están dentro de uno, es cuestión de saber escuchar. Y de forma análoga, no creo que mi selección de libros durante 2018 y 2019 haya sido casual porque, de hecho, me sirvieron para encontrar aquello que finalmente hallé y que pude materializar antes de fin de año.


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