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  • Foto del escritorFiorella Levin

Crear desde lo simple

Se dice mucho acerca de la creatividad y tantos supuestos, reglas y pasos pero pienso que al igual que las emociones existen, la creatividad también es una habilidad inherente al ser humano, que además se puede desarrollar y potenciar pero en cualquier caso siempre está. Posiblemente los libros sobre la creatividad le sirvan a muchos pero si se establecen pasos o normas para tenerla, hay mucha gente que queda afuera y no se siente identificada.


A veces la creatividad llega en las formas más sencillas y menos pensadas, como es el caso de dos libros que conocí por casualidad y sin buscar. El primero es "The back of the napkin" ("El reverso de una servilleta") de Dan Roam. La historia es que un día, un colega le pide sorpresivamente a este hombre que lo cubra en una presentación que tendría lugar al día siguiente en Sheffield, Inglaterra, para una audiencia de expertos en educación, designados por el entonces primer ministro inglés Tony Blair. Sin siquiera saber cuál era la temática pero para ayudar a su compañero, Roam accedió a cubrirlo, viajando en avión desde Nueva York a Londres y de Londres a Sheffield en tren. En medio del desayuno, en aquél tren que lo llevaría a Sheffield, Freddie, su par inglés, le pide a Dan mirar juntos la presentación y es ahí cuando Roam le confiesa que ni siquiera sabe de qué tiene que hablar. En medio de la sorpresa y el pánico, Freddie le cuenta que debe desarrollar su ponencia sobre "el rol de Internet en la educación americana". Y si bien Roam no sabía nada sobre webs de educación, lo que sí sabía -y bastante- era cómo crear sitios web con foco en la comunicación y para explicarle a Freddy sobre aquello, tomó una servilleta de la mesa del tren y comenzó a hacer pequeños dibujos simples.


El hecho es que la presentación fue muy bien pero el mayor descubrimiento de Dan fue el poder que existe en explicar conceptos y contar historias, en ocasiones complejas, haciendo dibujos muy sencillos y rudimentarios, en un espacio tan reducido como una servilleta. Al tiempo de aquella presentación, Dan abrió su propia consultora donde actualmente ayudan a las empresas a encontrar soluciones a sus problemas, utilizando la "claridad visual" como herramienta.


El segundo libro tiene una historia similar, su nombre es"Ignore everybody" ("Ignorá a todos"), escrito por Hugh MacLeod y en él, el autor cuenta que cumplía el sueño de vivir en Nueva York mientras trabajaba como redactor publicitario en una agencia creativa. En aquel entonces, MacLeod se la pasaba bebiendo en los bares neoyorkinos y sin ningún fin en especial, pero impulsado por su hobbie de caricaturista, comenzó a garabatear en el reverso de tarjetas personales. Hizo tantas que comenzó un blog que se popularizó y lo llevó luego, a contar su experiencia y su camino creativo que plasmó en este libro, además de trabajar como Director Artístico en su consultora de cultura empresarial.


De ambas lecturas, se desprende que la creatividad por momentos sencillamente aparece en los momentos menos esperados y sin ningún tipo de esfuerzo, simplemente ocurre porque tomamos elementos que tenemos a nuestro alcance y los transformamos en otra cosa.


Esto mismo me sucedió a mi luego de varios intercambios de libros con otros lectores. Ya conté en un posteo anterior que vengo incluyendo algún regalito simbólico junto a una nota pero luego de más de diez intercambios, sentí la necesidad de variar un poco. Primero pensé en hacer pequeños collages pero cuando otro chico me comentó que él acompañaba los intercambios con un saquito de té, me llevó a pensar en todo lo que rodea a la lectura de un libro. "Señaladores", pensé. Así que terminé mezclando la idea de los pequeños collages encima de señaladores. A su vez, entregaba los libros con sus "regalitos" dentro de un sobre papel madera que le otorgaba prolijidad al intercambio pero también formalidad (para mi los sobres papel madera fueron siempre para guardar contratos, por aquellos años que me dediqué a alquilar departamentos temporarios) y en el momento justo, encontré un tutorial muy fácil para hacer sobres con hojas de revistas (tengo muchas pues collages) que le dieron una impronta más descontracturada.


La creatividad existe de forma latente en todos nosotros y sigo pensando que si nos mantenemos curiosos, aparece cuando la necesitamos y nos plantea nuevos desafíos para seguir ampliando su borde.





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