Me senté a hacer collages otra vez con el fin de incorporar las estampillas en los diseños. Por extraño que parezca, pegar estampillas en los collages que hago habitualmente no me resulta fácil. No termino de encontrar el modo de que encajen en el conjunto. No es que haya una forma como deberían quedar pero con cada intento de incorporarlos, sentía que no quedaban bien donde iban. Entonces cambié otra cosa.
La manera en la que creo los collages empieza por recortar imágenes que me gustan y las voy ubicando en la hoja que destiné para ese collage. Una vez que tengo todo el collage listo, recién ahí comienzo a pegar cada parte, lo cual no es sencillo ya que por lo general, no recorto imágenes con la misma forma, por el contrario suelen ser todas distintas.
El primer collage lo hice como todos, recorté y luego pegué. Para el segundo, usé mi intuición, recorté, pegué, recorté, pegué. La manera de ubicar las estampillas fue más fácil esta vez que la primera oportunidad que los usé (la semana pasada), aun así tengo que probar varias ubicaciones antes de pegarlos. Quedé conforme con el resultado final, desde ya que en términos de disfrute y no de belleza, porque hubo música, muchos mates y una buena cantidad de tiempo dedicado al fluir.
